Los colombianos comenzaron a votar el domingo para elegir su próximo presidente entre un exguerrillero izquierdista que promete ambiciosos cambios sociales y un excéntrico empresario que propone recortar los gastos del Estado y luchar contra la corrupción, pese a que es investigado por ese delito.
Más de 39 millones de electores están habilitados para votar en la segunda vuelta de la elección presidencial. Las urnas abrieron a las ocho de la mañana (1300 GMT) y cerrarán a las 16.00 horas (2100 GMT).
Los colombianos escogerán entre el izquierdista Gustavo Petro, candidato del Pacto histórico, y el independiente Rodolfo Hernández, de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, quienes llegaron al balotaje en un empate técnico, según las encuestas.
Petro, un exmilitante de la guerrilla del M-19, exalcalde de Bogotá y actual senador, propone reformas económicas y sociales para combatir la pobreza, la desigualdad y la exclusión que han cautivado a millones de pobres, aunque despiertan temor entre los empresarios y los mercados financieros.
«Estamos a un paso de lograr el cambio real que hemos esperado toda la vida», dijo Petro en su cuenta de Twitter. «No hay dudas, solo certezas. Vamos a hacer historia».
De lograr la victoria, Petro se convertiría en el primer presidente de izquierda en el país sudamericano de 50 millones de habitantes, luego de dos intentos fallidos.
La eventual elección del economista de 62 años como presidente sumaría a Colombia a otros países de América Latina, como Chile, México y Perú en los que gobiernan líderes de izquierda.
En tanto, Hernández, quien sorprendió al pasar al balotaje, promete recortar los gastos del Estado, combatir la corrupción para obtener los recursos necesarios destinados a financiar sus programas económicos y sociales, así como un plan para entregar drogas gratis a los adictos y desestimular el narcotráfico.
ACUSACIÓN DE CORRUPCIÓN
Pero el polémico millonario, de 77 años y que hizo su fortuna en el sector de la construcción, enfrenta una investigación por supuestamente haber intervenido en la adjudicación de un contrato de manejo de basuras mientras fue alcalde de la ciudad de Bucaramanga.
Aunque el contrato no se firmó, buscaba beneficiar a una empresa y a uno de sus hijos que habría hecho lobby a favor de la compañía, según testigos.
El empresario, ajeno a los partidos políticos tradicionales, niega las acusaciones y asegura que solo buscan enlodar su nombre y evitar su llegada a la presidencia para poner en orden en el país.
«La elección es simple, votar por alguien que esté controlado por los de siempre o votar por mí que no estoy controlado por nadie», escribió el empresario que se hizo popular por sus apariciones en la red TikTok.
Unos 300.000 efectivos de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional vigilan las elecciones y protegen más de 12.500 puestos de votación para contrarrestar eventuales ataques de los grupos armados ilegales que intervienen en el conflicto interno de casi seis décadas, que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados.
«Se ha definido un esquema especial para hacer un monitoreo permanente (…) para reacción inmediata ante hechos violentos que pudieran presentarse con el fin de evitarlos», dijo el ministro de Defensa Diego Molano.
En la semana previa a las elecciones, la policía detectó planes de grupos de personas para desconocer los resultados del balotaje si no le son favorables y cometer actos de violencia en diferentes regiones del país.
La Registraduría Nacional informó que más de 50 organizaciones y ocho misiones internacionales llegaron a Colombia para hacer acompañamiento y observación electoral durante los comicios.