El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, dimitió de su cargo en medio de fuertes divisiones internas en el Gobierno de Alberto Fernández y tras una semana de tensiones en los mercados como reacción a medidas que evidencian los desequilibrios macroeconómicos del país suramericano.
Guzmán presentó su renuncia a Alberto Fernández en una carta que hizo pública a través de la red social Twitter.
La gestión de Guzmán, quien integraba el Ejecutivo desde diciembre de 2019, era el centro de las críticas tanto de la oposición como del ala oficialista que lidera la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, quien ha cuestionado el ajuste fiscal comprometido en el acuerdo sellado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en marzo último.
Acuerdo político
«Ha sido un verdadero honor acompañarlo en la tarea de poner a nuestro país de pie. Juntos hemos dado pasos para que la economía de nuestro país se recupere y crezca. La hora necesita que quien usted disponga tome las riendas del ministerio que hasta hoy tuve el honor de conducir», dijo Guzmán en su misiva.
Consideró que «será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante» para que quien le reemplace «cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descritos y hacer frente a los desafíos por delante».
«Eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas», señaló.
En su extensa misiva, Guzmán hizo un repaso a su gestión, marcada por la reestructuración de la deuda con acreedores privados, la negociación con el FMI, los desafíos que implicó recibir una economía en recesión desde 2018 y luego golpeada por la pandemia y el factor «disrruptivo» de la guerra en Ucrania.
Destacó, entre otros puntos, que el año pasado la economía argentina logró recuperarse un 10,4 %.
«Hoy la economía continúa creciendo y generando empleo, habiendo pasado ya la primera revisión de aquel programa (con el FMI), y habiendo logrado adaptarlo a las circunstancias globales cambiantes en el contexto de la guerra en Ucrania», indicó.
«Por delante, será fundamental continuar fortaleciendo la consistencia macroeconómica, incluyendo a las políticas fiscal, monetaria, de financiamiento, cambiaria y energética, así como la coordinación vía políticas de precios e ingresos, para atacar la problemática inflacionaria que daña al funcionamiento de nuestra economía y lograr continuar recuperando el poder adquisitivo de los ingresos», añadió.
Segunda renuncia en menos de un mes
La renuncia de Guzmán corona una semana tensa en los mercados cambiarios, con la cotización del dólar en niveles récord tras la decisión del Banco Central de imponer más restricciones al acceso a las divisas por parte de las empresas para pagar importaciones, una medida que busca cuidar las escasas reservas monetarias del país.
Argentina afronta además un escenario de aceleración de la inflación y debe cumplir desafiantes metas fiscales y monetarias asumidas en el acuerdo con el FMI, cuestionadas por Cristina Fernández, quien este sábado, en el momento en que Guzmán presentaba su renuncia, reiteraba sus diferencias respecto a la gestión económica del Gobierno.
La de Guzmán, un hombre que hasta ahora había defendido públicamente Alberto Fernández, es la segunda renuncia que en menos de un mes se produce dentro del Gabinete de Gobierno.
A principios de junio, también en medio de tensiones con la vicepresidenta, quien dimitió fue Matías Kulfas como ministro de Desarrollo Productivo, otro hombre cercano al presidente y clave en la gestión de la política industrial.