El rechazo por parte de la Cámara de Diputadas y Diputados a la reforma tributaria ingresada por el Gobierno generó distintas reacciones desde el oficialismo como de la oposición. Una de las frases más polémicas fue del ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien señaló en aquel momento: «Es una mala noticia para quienes han querido o declaran querer constituir un nuevo centro político, porque han quedado subsumidos en la votación de la derecha política». Sin embargo, durante el fin de semana precisó que desde el Ejecutivo se realizarán ajustes al proyecto y que no se insistirá en su legislación.
Frente a estos dichos, el senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, valoró el regreso del tono habitual del titular de Hacienda puesto que indicó que no era correcto que tuviese una retórica sobre la lucha de clases tras el rechazo de la reforma.
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Al ahondar en la propuesta, Macaya sostuvo que era mala para la clase media, ya que castigaba el ahorro y el patrimonio. Asimismo, recalcó que la iniciativa se alejaba de la realidad del país, el que vive una coyuntura económica.
«Es importante que el Gobierno pueda, si quiere iniciar un diálogo, convocar a todos los actores. Menciono a los gremios de la pequeña y mediana empresa que veían con malos ojos esta reforma», sostuvo el senador, asegurando que el gremialismo está disponible para el diálogo «siempre que se cumpla con los objetivos», precisó al respecto en Radio Cooperativa.
Finalmente, el timonel de la UDI pidió una «reflexión adicional» sobre las cifras económicas de 2022 y lo que se espera en 2023, puesto que indicó que nuestra economía va a la par a la de Haití en Latinoamérica si se habla de las proyecciones del crecimiento económico.