El indígena conocido como «indígena del hoyo» o «indígena Tanaru», quien vivió aislado durante cerca de tres décadas en Rondonia, estado de Brasil, fue hallado muerto por la Fundación Nacional del Indígena (FUNAI). Quienes explicaron que el fallecimiento fue por causas naturales.
Su nombre se debe al gran tiempo que pasaba aislado, escondiéndose y resguardándose en agujeros que el mismo cavaba. El hombre era el último sobreviviente de una etnia desconocida.
Durante décadas, su territorio y comunidad fueron atacados, por esto se resistió a cualquier intento de contacto por personas ajenas a su mundo, poniendo trampas y atacando con flechas a cualquiera que intentará acercarse.
En la selva brasileña, se han identificado al menos de 144 pueblos indígenas que viven aislados, sin mantener contacto con el mundo occidental.
Desde la FUNAI, indicaron que lo encontraron muerto en su hamaca, durante una ronda de monitoreo y vigilancia en la región. Además, señalaron que no encontraron «rastros de la presencia de personas en el sitio, ni se vieron marcas en el bosque a lo largo del camino».
Asimismo, indicaron que no había signos de violencia o peleas, ya que los utensilios que utilizaba normalmente estaban en su sitio habitual. De todas maneras, su cuerpo será sometido a una autopsia para confirmar las causas de su deceso.
Cuando lo encontraron, su cuerpo se encontraba en un estado de descomposición y adornado con plumas de colores, las autoridades creen que se había preparado para su muerte.