La exministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss, se convirtió este lunes en la primera ministra de Reino Unido, tomando el lugar de Boris Johnson.
Luego de las votaciones de los afiliados del Partido Conservador, los resultados la dieron como ganadora frente al exministro de Economía, Rishi Sunak. Así, Truss debe asumir como líder tras los escándalos de Johnson que lo obligaron a renunciar y le valieron su salida del poder.
Para el traspaso de mando, Johnson viajará a Escocia para reunirse con la reina Isabel II y presentar oficialmente su dimisión. Truss irá después y la monarca le pedirá que forme Gobierno.
Si bien la ahora primera ministra, era la favorita para la sucesión, tendrá un punto de partida más débil que cualquiera de sus predecesores, ya que no era la opción más popular entre los legisladores de su partido. Durante su campaña, prometió actuar de manera rápida, frente a la subida de las boletas de energía y asegurar el futuro suministro de combustible.
«No soy alguien que acepte un no por respuesta. Sigo presionando y sigo presionando hasta conseguir las cosas», dijo Truss a los miembros del Partido Conservador durante la campaña, en referencia a su papel en la redacción de un proyecto de ley que cambia unilateralmente las normas comerciales acordadas como parte de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Además, señaló que desafiaría la convención eliminando el aumento de los impuestos y recortando otros. Reino Unido se encuentra con una profunda inflación, una larga recesión y con huelgas de millones de trabajadores.
Al ser anunciada como próxima primera ministra británica, se dirigió a los legisladores y activistas, señalando entre aplausos: «Cumpliremos, cumpliremos y cumpliremos».